Una mirada diferente

Una mirada diferente

Ceci Miretti

sábado, 1 de mayo de 2010

El Surrealismo

El Surrealismo comienza en 1924 en París con la publicación del "Manifiesto Surrealista" de André Breton, quien estimaba que la situación histórica de posguerra exigía un arte nuevo que indagara en lo más profundo del ser humano para comprender al hombre en su totalidad.
Siendo conocedor de Freud pensó en la posibilidad que ofrecía el psicoanálisis como método de creación artística.
Para los surrealistas la obra nace del automatismo puro, es decir, cualquier forma de expresión en la que la mente no ejerza ningún tipo de control. Intentan plasmar por medio de formas abstractas o figurativas simbólicas las imágenes de la realidad más profunda del ser humano, el subconsciente y el mundo de los sueños. Para lo que utilizan recursos como: animación de lo inanimado, aislamiento de fragmentos anatómicos, elementos incongruentes, metamorfosis, máquinas fantásticas, relaciones entre desnudos y maquinaria, evocación del caos, representación de autómatas, de espasmos y de perspectivas vacías. El pensamiento oculto y prohibido será una fuente de inspiración, en el erotismo descubren realidades oníricas, y el sexo será tratado de forma impúdica.
Se interesaron además por el arte de los pueblos primitivos, el arte de los niños y de los dementes. Preferirán los títulos largos, equívocos, misteriosos, lo que significa que importaba más el asunto que la propia realización.


Técnicas Surrealistas:


El surrealismo tomó del dadaísmo algunas técnicas de fotografía y cinematografía así como la fabricación de objetos. Extendieron el principio del collage al asamblaje de objetos incongruentes como en los poemas visibles de Max Ernst. Este último inventó el frottage (dibujos compuestos por el roce de superficies rugosas contra el papel o el lienzo) y lo aplicó en grandes obras como Historia Natural pintado en París en 1926.
Otra de las nuevas actividades creadas por el surrealismo fue la llamada cadáver exquisito, en la cual varios artistas dibujaban las distintas partes de una figura sin ver lo que el anterior había hecho pasándose el papel doblado. Las criaturas resultantes pudieron servir de inspiración a Miró.
Masson adoptó enseguida las técnicas del automatismo, hacia 1923-1924, poco después de conocer a Bretón. Hacia 1929 las abandonó para volver a un estilo cubista. Por su parte Dalí utilizaba más la fijación de imágenes tomadas de los sueños, según Bretón, "...abusando de ellas y poniendo en peligro la credibilidad del surrealismo..."; inventó lo que él mismo llamó método paranoico-crítico, una mezcla entre la técnica de observación de Leonardo da Vinci por medio de la cual observando una pared se podía ver como surgían formas y técnicas de frottage; fruto de esta técnica son las obras en las que se ven dos imágenes en un sola configuración. Oscar Domínguez inventó la de calcomanía (aplicar gouache negro sobre un papel el cual se coloca encima de otra hoja sobre la que se ejerce una ligera presión, luego se despegan antes de que se sequen).
Miró fue para Bretón el más surrealista de todos, por su automatismo psíquico puro. Su surrealismo se desenvuelve entre las primeras obras donde explora sus sueños y fantasías infantiles (El Campo labrado), las obras donde el automatismo es predominante (Nacimiento del mundo) y las obras en que desarrolla su lenguaje de signos y formas biomorfas (Personaje lanzando una piedra). Arp combina las técnicas de automatismo y las oníricas en la misma obra desarrollando una iconografía de formas orgánicas que se ha dado en llamar escultura biomórfica, en la que se trata de representar lo orgánico como principio formativo de la realidad.




Los artífices del surrealismo:


Observamos dos vertientes. El surrealismo abstracto, donde artistas como Masson, Miró o Klee crean universos figurativos personales a partir del automatismo más puro. Y Ernst, Tanguy, Magritte o Dalí que se interesan más por la vía onírica, un surrealismo figurativo cuyas obras exhiben un realismo fotográfico, aunque totalmente alejadas de la pintura tradicional.


Obra Elegida:


La persistencia de la memoria de Salvador Dalí.



Aquí, Dalí se inicia con sus famosos relojes blandos. El decía que no eran otra cosa que el queso Camembert del espacio y el tiempo, suave, extravagante, solitario y paranoico-crítico. En este autorretrato, un Dalí similar al que aparece en  “El gran masturbador” (1929), se encuentra inmóvil y con la lengua afuera. Aparte de los insectos, se encuentra aislado en un paisaje árido y caluroso. En estas condiciones, la percepción del tiempo y del espacio,  y el comportamiento de los recuerdos, adquieren formas blandas que se ajustan a las circunstancias. Veinte años más tarde en  “La desintegración de la persistencia de la memoria” (1952), Dalí descompone estas imágenes incorporando el conocimiento de las consecuencias del uso destructivo de la energía atómica.




Dalí fue un pintor surrealista español nacido en Figueres, Girona, el 11 de mayo de 1904. En 1921 ingresó en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando (Madrid), de donde fue expulsado en 1926. En esa época vivió en la Residencia de Estudiantes de Madrid, donde se relacionó con Federico García Lorca, Luis Buñuel, Rafael Alberti, José Moreno Villa y otros artistas. En 1929, instalado en París, donde conoció a Pablo Picasso, se adhiere al surrealismo, aunque los miembros principales del movimiento expulsarían finalmente a Dalí por sus tendencias políticas derechistas. La producción de Dalí de este periodo se basa en su método paranoico-crítico, inspirado en buena parte en las teorías de Freud, representación de imágenes oníricas y objetos cotidianos en formas compositivas insospechadas y sorprendentes, como los relojes blandos de La persistencia de la memoria (1931, Museo de Arte Moderno, MOMA, Nueva York). Dalí se trasladó a Estados Unidos en 1940, donde permaneció hasta 1948. Sus últimas obras, a menudo de contenido religioso, se realizan en un estilo más clásico, entre ellas cabe citar la Crucifixión (1954, Metropolitan Museum, Nueva York) y La Última Cena (1955, Galería Nacional de Washington). La técnica pictórica de Dalí se caracteriza por un dibujo meticuloso, una minuciosidad casi fotográfica en el tratamiento de los detalles, con un colorido muy brillante y luminoso. Dalí realizó varias películas surrealistas en colaboración con Buñuel como El perro andaluz (1928) y La edad de oro (1930), libros ilustrados, diseños de joyería así como escenografías y vestuarios teatrales. También escribió libros autobiográficos como La vida secreta de Salvador Dalí (1942) y Diario de un genio (1965). Fue miembro de la Academia Francesa de Bellas Artes desde 1979. Murió el 23 de enero de 1989 en Figueres.




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1 comentario:

  1. PROFE, yo se que sigue pareciendo largo, pero me parece que está bien así, es que como esta encolumnado lo que dice, parece más largo de lo que en ralidad es. Besos

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